Quiero ser esa,
la dehesa del todo, la princesa del nada.
Quiero ser conocida por todo aquel que de corazón posea,
y del que disfrute cuando sangre derrame.
Escribir, querer, sentir, hablar,
morder con cada parte de mis vísceras.
No parar hasta caer exhausta y sin aliento.
Saber que mis palabras llegan a cada rincón mas profundo
de grandes cerebros y de mentes planas y retrógradas.
Evocar amor, respeto, sensualidad, ternura... para unos
y el más terrible odio y rencor en otros.
Soy yo, esa,
la chica buena y traviesa
la que del cielo dicen que bajó,
pero que a las dulces llamas del subsuelo se entrega.
Quiero ser amada y criticada,
la inteligente y la tonta,
indispensable e indiferente,
tuya y de nadie.
Ahora soy yo, Berta.