viernes, 31 de mayo de 2013

Merecidamente desmerecido.

A cada paso,
paso que puede ser firme, loco, incoherente, bohemio, insulso, fuerte,
temeroso, dichoso, ultrajante, amoroso, o quizás distante.
A cada paso,
que será hacia delante, hacia atrás, para salir corriendo, para retroceder, 
para huir, para volver, para marcharme o quedarme. 
A cada paso,
daré lo mejor y lo peor de mí, las risas y los llantos,
el amor y el desamor.

Sazonando mis minutos con momentos bellos, jugando a lo que tu quieras amigo destino.
Y dejar de ser un mero títere en manos del "amor", segando las finas cuerdas, y desprenderme al fin, pero sucumbiendo a las fuertes cuerdas del destino, que iré tejiendo e hilando, suave y con esmero.

A mi paso la vida, los amores locos, los desencuentros, la muerte y de nuevo... la vida.
En ciertos pasos detendré mi ser para mirar y no perder pista de la mundicia,
en otros..  el adiós marcará el fin de algunas relaciones, aunque creo que mejor será teñirlo de una palabra que sabremos simplemente querrá ser piadosa, como el "hasta luego".

A mi paso las grandes decisiones, que desencadenarán grandes o pésimas ilusiones,
ya he afirmado con toda tipología de caracteres que no sé nada cierto.

Pero que tan adictiva y sensual me resulta a veces la sensación de perder el control,
de desestabilizar hasta mis huesos, de dejar ir infinitos besos,
a quién quizá más los desmerezca, 
pero que divertido fue errar en la vida. Que tan interesante resulta levantarse de la más cruel caída, 
la que todavía desconozco, el golpe final, el que me lo quite todo.

Te espero traviesa por los parajes, desgastando los días, esperando, más bien poco, el golpe, el último. Y en ese momento, sonreiré y dejaré ir mi ultimo beso, desmerecido quizás, pero eternamente mío.